Frases en la historia
“Los prefiero muertos antes que deshonrados”
Por Daniel Xodo
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(Santa Clotilde. reina de los francos, 475-545)
Los siglos V y VI fueron épocas muy violentas en lo que hoy es Europa. Líderes de los visigodos, ostrogodos y francos, provenientes del norte y del este, ocupan los gobiernos antes romanos. Las guerras entre ellos por territorios, poder y preeminencia de sus pueblos es feroz.
El poder romano -o lo que queda de él- trata de articular el nuevo estado de cosas pero sólo tiene algún tipo de relevancia formal.
La Iglesia asume algunos roles de administración y acompaña el reemplazo de las autoridades del imperio por las nuevas de los invasores. La religión de los bárbaros cristianizados acompaña el proceso y legitima su autoridad sobre las ciudades conquistadas.
Meroveo (o Merovech en su idioma original) caudillo de los francos participa de la batalla contra Atila en los Campos Cataláunicos al lado del romano Flavio Aecio y el caudillo visigodo Teodorico. Su nombre da origen a la estirpe de lo Merovingios, que gobernarían gran parte de Europa hasta el 751.
Amparaban y justificaban su poder como descendientes de Jafet (hijo de Noe), a quien se le asigna en la historia judeocristiana el origen de los pueblos indoeuropeos.
También se consideraban descendientes de María Magdalena (a quien se le suele atribuir haber secado los pies de Jesús con su larga cabellera) y que -según algunas teorías- habría emigrado a las costas francesas.
Sus clanes apreciaban el largo cabello de sus jefes y ello era muestra de realeza y autoridad, perderlos era perder ambas cosas. Al cumplir doce años se los consideraba reyes aun sin ceremonia de coronación. Era característico el rol de las mujeres que hasta participaban de combates alentando a los suyos y asistiendo a heridos. Su papel no era sólo la crianza de los hijos sino el de una compañera de vida en los peligros y logros del hombre. En los casamientos, solían recibir como obsequios escudos o elementos de uso bélico o de caza.
El papado apoya y se apoya en los nuevos gobernantes que aunque paganos, sostienen algún tipo de orden social y económico.
Clodoveo, descendiente directo de Meroveo logra importantes triunfos sobre otros pueblos francos y se convierte en el primer rey de gran parte de lo que sería Francia eliminando a posibles parientes competidores.
Dentro de su poligamia –habitual en los reyes francos– acepta el consejo de casarse con Clotilde princesa cristiana visigoda.
A instancias de Clotilde y de un inesperado –y casi milagroso- triunfo en la batalla de Tolbiac se convierte al cristianismo en Reims, donde la tradición cuenta que una paloma le alcanzó los óleos al obispo –luego San Remigio-, a los cuales no podía llegar por la multitud que colmaba la catedral.
A su muerte, divide su reino entre sus cuatro hijos (Clotario, Clodomiro,Teodorico y Childelberto), que naturalmente se enfrentarán en guerras civiles por el predominio.
Muerto en batalla Clodomiro, sus hijos Teodebaldo, Gunthar y Clodoaldo quedan al cuidado de su abuela Clotilde.
Clotario el tío, con un engaño, invita a Clotilde y sus sobrinos a visitarlo. Naturalmente acceden y cierto día, Clotario le envía un emisario con un par de tijeras y una espada pidiéndole que escoja: “¿Scissors or sword?” (¿Tijeras o espada?). El deshonor de las reales cabelleras cortadas o la muerte.
“Los prefiero muertos antes que deshonrados”, dicen que fue la respuesta de quien sería luego Santa Clotilde.
Sólo Clodoaldo logra huir ayudado por amigos. Toma los hábitos monacales, funda una abadía y será, siglos después, Saint Cloud.